Queridos jóvenes amadores del eterno arte teatral:
Quiero inaugurar este espacio recomendando la lectura del siempre comentado pero poco leído “Don Quijote de la Mancha” de Cervantes Saavedra.
¿Pero ke le sucede al viejo Alfredo?
Se preguntan ustedes- ¿acaso no sabe ke nos cansaron d oir el mismo cuento en el bachillerato?...
-Si, yo se eso, pero también se que el 99% de los jóvenes (desde hace muchos años) no leyó el Quijote, por largo y por arcaico… o sea que cayeron en la trampa de las cosas fáciles y rápidas y así se perdieron los tesoros de sabiduría y placer que Cervantes reunió con sus palabras.
Hoy, al releer parcialmente este libro (para el montaje de “Sancho Panza Gobernador”) vuelvo a constatar, que si la tecnología ha llenado de nuevos aparatos la vida moderna, las relaciones entre los seres humanos, siguen siendo cruelmente las mismas y que para enfrentar a la locura que nos ha acompañado desde los inicios de la historia (por ejemplo matar a nombre de Jesús el pacífico), no hay mejor remedio que el de leer y releer las aventuras de este héroe de los "locos".
Por eso, reitero la recomendación: aprendices de la cuentería y del teatro, leamos a Cervantes (a leerlo con la misma atención que los clásicos teatreros griegos escucharon los mitos de Homero).
Y si definitivamente les parece tarea demasiado grande el "Quijote” entonces lean por lo menos “los entremeses” o vayan a las obras de Alejandro Casona (“Sancho Panza en la ínsula” por ejemplo).
Jóvenes, piensen lo siguiente: Con Cervantes subimos sobre hombros de gigante. Gracias. Alfreidous.
