lunes, 2 de marzo de 2015

Cuando me gusta un cuento

CUANDO ME GUSTA UN CUENTO.
Cuando me gusta un cuento para  llevarlo al escenario, lo leo en la soledad y en el silencio, muchas veces. Lo leo con la mente y en voz alta, hasta que casi me lo aprendo.  Luego lo cuento a los amigos, uno por uno, como si contara un chiste o una anécdota, inhibiendo mi afán de teatralidad. Después de varios días de este ejercicio, sé con certeza cuál es su trama, y además sé cómo “suena”, puedo con los juegos de mi voz ir descubriendo para otros la secreta urdimbre de situaciones, personajes, deseos, acciones y reacciones.
Pronto estoy en condiciones de enriquecer su argumento con el diálogo y la expresión corporal de los actores, pues conozco los personajes y  puedo verlos enfrentarse con mi imaginación. Entonces, propongo al grupo trabajarlo a manera de taller, con mezcla de técnicas, diálogo, creación colectiva; desarmando y volviendo a armar el cuento de muchas maneras con resultados diferentes; ya no cuento para otros sino que cuento con otros, veo y escucho qué proponen en el tablero y qué me muestran en las tablas. Hay nuevos diálogos, viñetas corporales, las descripciones ahora son imágenes, las narraciones mímicas. Mi visión imaginaria sale enriquecida, ahora es la de todos, la del grupo.  Ahora tenemos un retablo de imágenes que cuentan la historia pero que pide completarse, con canciones, danzas, muñecos, y la voz del cuentero que nos permite descansar mientras andamos.      
Si quiero presentarlo como espectáculo individual, trabajo el cuento en la soledad, en el escenario vacío y frente al espejo, hasta crear las siluetas físicas de todos los personajes, luego me someto al criterio de un director de teatro, quien será mi único público y mi único crítico durante varios días, o meses. Me ayudará a definir o afianzar el tono o el estilo que el cuento pide. Claro, tiene que ser un director que comprenda la búsqueda estética de la Cuentería.

Esto y mucho más estoy dispuesto a hacer cuando me gusta un cuento para llevarlo al escenario.

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